jueves, septiembre 30, 2010

What's My Line?






Hace un par de semanas, mientras buscaba cualquier petardada en Youtube, me encontré con esta joya de la que desconocía su existencia y que me tuvo enganchado a la pantalla hasta altas horas de la madrugada. "What's my line?" fue el quiz-show más popular de la Tv estadounidense durante los 50 y 60. La primera parte del concurso consistía en adivinar la profesión del invitado, gente anónima a la que los cuatro panelistas (celebridades de la prensa, radio o tv de la época) iban haciendo preguntas hasta averiguar a qué se dedicaban. Y en la parte final  recibían a algún famoso (normalmente del cine), y los panelistas debían vendarse los ojos para adivinar quién era. Creo que esa fórmula se ha usado en alguno de los tremebundos programas de la cadena amiga o un horror parecido. El famoso en cuestión solía cambiar la voz o fingir un acento extranjero para que no le reconocieran enseguida, y viendo los vídeos, hay algunos que son realmente divertidos, otros un poco sosos, y cosas delirantes como el momento Salvador Dalí. Pero para cualquiera que adore el cine clásico, y me consta que por aquí sois muchos, oh queridos y glamouristas lectores, es obligatorio ver estos clips, donde no falta casi nadie (bueno, Brando o Marilyn, por ejemplo): Bette Davis, William Holden, Hitchcock, Deborah Kerr, Judy Garland, Groucho Marx, Jane Fonda....la lista es interminable. El programa se hacía en Nueva York, y los panelistas, que estaban muy informados de lo que se cocía en Broadway y aledaños, a veces acertaban muy rápido porque estaban pendientes de quién estaba en promoción de algún estreno de cine o presentando una obra de teatro en la ciudad. Otras no conseguían acertarlo. En fin, se podrían destacar mil detalles, como el encanto de Natalie Wood o Esther Williams, la sorprendente simpatía de Joan Crawford y sus respuestas en español-italiano, el pelazo imposible de una espectacularmente bella Rachel Welch, el lagartismo maravilloso de Ava Gardner, el atractivo brutal de Yul Brynner o (cómo no) Paul Newman...pero os aconsejo que los veáis, poco a poco, sin atracones, que yo ya tuve lo mío. Son vídeos de entre tres y seis o siete minutos, con detalles encantadores de publicidad del momento, estilismos geniales, y el momento de la firma en la pizarra de los invitados, que la firma siempre dice mucho. No he dejado enlaces porque estaba perezoso, pero con meter what's my line en la búsqueda de YouTube aparecen todos.

Como ejemplo, dejo, especialmente dedicada a Squirrel, Uno, Alforte y calamarin, a la petarda mayor de Hollywood, con permiso de las Gabor y alguna otra más. La impagable Mamie Van Doren. Tela marinera.


 
"A true blonde"

martes, septiembre 28, 2010

M de Malabarismo

El frío llegó sin avisar, colándose lenta y maliciosamente por las rendijas de su armadura. Ya se había acostumbrado a una calidez permanente, desconocida antes, que permitía el flujo y evitaba los malditos estancamientos. Desde entonces, dejó que esa corriente templada fuera recorriendo los surcos, los pliegues e intersticios, manteniendo las vías limpias y sanas, sin grasas ni úlceras que arruinaran el proceso. El público había coronado con ovaciones sus avances, embelesados ante tal despliegue de pericia que creían producto de años de esfuerzo y dedicación y no eran más que una floración espontánea, con una torpeza, disimulada por los cohetes y efectos sonoros, propia de quien osa ejecutar un fastuoso baile de salón sin conocer más que cuatro pasos básicos. Aún así, concluía las piezas con solvencia, cada vez más confiado en que el calor no desaparecería, y la corriente seguiría manteniendo los canales limpios.

Pero el frío llegó. Lento, malicioso, implacable. Comenzó a sentir el agarrotamiento en las piernas y las punzadas en los riñones, y mientras la rigidez se apoderaba de sus manos trató de finalizar el número antes de que fuera tarde, pero la audiencia pudo ver cómo las palabras que habitualmente manejaba con destreza, lanzando al aire y recogiendo en piruetas imposibles y sorprendentes, cayeron al suelo con estrépito, al tiempo que el malabarista se quedaba lívido, pareciera que congelado, con las manos extendidas y la vítrea mirada fija en las palabras yacentes, amontonadas a sus pies, preguntándose si alguna vez podría manejarlas de nuevo. Si volvería a sentir el calor.


lunes, septiembre 27, 2010

Más De Una Vez



Uno de los Oscars más merecidos (en cualquier categoría) de los últimos años fue el otorgado a la canción "Falling Slowly", tema central de la película irlandesa "Once", de 2006. Acabo de verla de nuevo en Tv y me he quedado tan maravillado como la primera vez. "Once" es una miniatura exquisita, una película honesta, sincera, sencilla, una historia de amor rodada cámara en mano y con medios ínfimos, que fue una de las sorpresas de la cartelera en su año allá donde se estrenó. La relación entre una emigrante checa vendedora de flores y un músico callejero, contada sin artificios en la brumosa y adorable Dublín, sin grandes momentos románticos ni trágicos, ni diálogos brillantes, tan sólo con naturalidad, mucha naturalidad y un puñado de canciones inmensas, que se agarran al corazón y que sirven de hilo a la historia. La no profesionalidad de los actores (Glen Hansard y Marketa Irglova, músicos que graban ultimamente con el nombre de The Swell Season) no hace sino reforzar el naturalismo de la película, que demuestra cómo se pueden hacer cosas grandes con pocos medios, mucho talento y mucho corazón.



Y emocionante fue ver a toda la glamourosa plana de Hollywood aplaudiendo a rabiar el momento en que se les concedió el Oscar, a esa pareja tan ajena a ellos, tan sencilla, tan verdadera. Algo parecido a lo que ocurrió un par de años antes con Jorge Drexler y su canción "Al otro lado del río", que en vez de dar un discurso de agradecimiento se limitó a cantar a capella lo que momentos antes le habían destrozado Santana y Antonio Banderas. A la pobre Marketa, con las bullas (se ve que por un corte publicitario), la dejaron sin hablar, y tras la pausa la hicieron salir como desagravio, y dedicó el premio, como es normal, a todos los que siguen sus sueños, por difíciles de conseguir que parezcan.

Lo divertido es que, con la manía de no traducir muchos títulos de películas (Once, léase Wans, como ya sabéis significa "una vez"), en el cartel, la frase promocional era ¿Cuántas veces encuentras al amor de tu vida? Y debajo, en grande....¡¡ONCE!! Pa mearse, que diría aquél.


Y como bonus, otra canción estremecedora. Feliz Lunes a todos.

jueves, septiembre 23, 2010

P de Pábulo

El vocabulario de la cocinera estaba practicamente compuesto por monosílabos y gruñidos. Dicen que una vez se la oyó manteniendo una conversación, pero nadie pudo comprobarlo. En cualquier caso, a quién le podía importar su manera de no-hablar, si sus platos decían todo lo necesario. Parecía imposible que una persona tan hosca fuera capaz de crear esas exquisiteces. Platos sencillos, de los de toda la vida, pero que en modo alguno se asemejaban a nada anteriormente probado. Sentado en su mesa habitual, casi al fondo de la sala, y una vez acostumbrado al dulce trance que le producía aquella comida y que dejaba sus otros cuatro sentidos anulados frente a un Gusto maximizado y efervescente, al  placer de la degustación sumaba el de la observación de los comensales. Lo que en cualquier otra casa de comidas habría sido un bullicio constante, seguramente ensordecedor, en aquella estaba cercano a ese estado conocido como remanso de paz. Grupos de obreros u oficinistas en su pausa laboral, o de señoras y señores viudos o jubilados cuya edad sumada podía habernos servido para ver la construcción de alguna de las Pirámides egipcias, incluso algunas parejas jóvenes con niños de naturaleza escandalosa, permanecían en casi absoluto silencio en cuanto los platos aparecían en sus mesas. Tan solo unos murmullos, a veces incluso gemidos de satisfacción salpicaban esas quietudes beatíficas, sonrientes.

La cocinera nunca acudía a las mesas que la reclamaban para reverenciarla, y si alguien se asomaba a la cocina, siempre pulcra y ordenada aunque se prepararan platos sin descanso, como él hizo la primera vez que comió en aquel establecimiento, lo despachaba con un par de sus particulares gruñidos. La camarera la disculpaba entonces con desapasionada cortesía ante los clientes, sin dar demasiada importancia a su poca diplomacia. En realidad nadie se la daba, el placer obtenido en esos almuerzos era tal, que no necesitaban más, y se acostumbraron a hacer entrega de sus elogios a la camarera. Él imaginaba a la agradecida mujer recogiendo en una saca todas esas frases llenas de adjetivos, a veces primarias, a veces muy elaboradas, y vaciándola sobre la encimera cuando el resto del personal se hubiera marchado tras un día agotador, cuando se quedaran a solas, cuando por fín pudiera respirar sus cabellos ya libres de la jaula de tela que los mantenía a salvo de olores y grasas. Cuando pudiera dejarse acunar por las palabras que sólo pronunciaba para ella, más nutritivas, más exquisitas que el mejor de sus platos. Y hacer el amor tumbadas sobre el mullido lecho de elogios de sus clientes. Plenas, felices, amadas. Imaginadas. O no.


(Maravilla de canción. El vídeo original, aquí.)

martes, septiembre 21, 2010

CombinAcción





Ve probando. Dentro de mí hay una cámara que guarda una calculadora con dos únicas operaciones. Si consigues dar con la combinación adecuada, sumaremos nuestras sonrisas y latidos, y los besos y caricias se multiplicarán por miles. Olvidaremos raices, restas y divisiones, renunciaremos a la complejidad de logaritmos y algoritmos. El único ritmo que importará será el de nuestros cuerpos elevando la emoción a una potencia infinita más uno. Ve probando. Creo que acertarás. Si quieres, te doy una pista.


lunes, septiembre 20, 2010

ContraTiempo

 



Sólo necesitó unas décimas para que brillara su mirada. Tan sólo unos segundos para hacerle sonreir. Unos minutos para comprobar cómo sus hombros perdían la tiesura, y todo su cuerpo recobraba la forma humana, diluyendo rigideces y agarrotamiento. Le hicieron falta algunas horas para convencerlo de que su seducción era desinteresada, para extraer de sus prudentes, desconfiados labios, un tembloroso susurro de acuerdo. En unos días le tuvo en su lecho, deseoso, deseado, y se prometió que pasaría las siguientes semanas borrando con sus caricias las huellas que todas las manos anteriores habían dejado en aquel cuerpo. No aguantó ni un mes.



 ("...Erogenous zones I love you.
Without you, what would a poor boy do?...")

viernes, septiembre 17, 2010

Teodoro Presenta: Acervo Inoxidable, Vol. 3: Fuera (o Fuese)


A ver, queridos y acervayánicos lectores, esta entrada va a ser algo más difícil de explicar, porque uno no es filólogo, lingüista (en todo caso, lenguaraz) ni gramatista (ni siquiera gresmeralda, por mucho que reluzca a ratos. Pocos ratos). Pero ya que se han recibido cientos y cientos de cartas en la redacción de este desprestigioso blog pidiendo nuevas entregas sobre las peculiaridades del habla nuestra tan peculiar, me voy a lanzar en plancha a la piscina (esto es lo que viene siendo una metáfora) y exponer un caso que según parece comparten algunos paises de habla hispana, y que consiste en utilizar "fuera/fuese" en lugar de "hubiera/hubiese" en esa forma verbal de tan bello nombre, Pluscuamperfecto de Subjuntivo, que suena a noble decadente o algo con mucho glamour. Es maravilloso, porque además admite unas cuantas variaciones de lo más rebuscadas. Tomemos una frase sencilla y cotidiana como la vida misma: "Ay, cariño, si me hubieras dicho que ibas a volver más temprano hoy, no me hubieras pillado en la cama, es que tenia un poco de fiebre, ya ves cómo sudo. ¿Ese ruido? Nada, será la madera del armario, que cruje...".

Hay varias formas de decirlo malagueñamente:

a) La común: "Si me fuera(s) dicho que ibas a volver más temprano, no me fuera(s) pillado en la cama". La "s" puede usarse o no, dependiendo del grado de finezza del hablante.

b) Un poco más fina: "Si me fueses dicho blahblahblah, no me fueses pillado en la cama". Aquí, como comprenderéis, hay que usar la "s"

c) La más rebuscada: "Me fuera dicho que ibas a volver mas temprano, me lo fuera dicho y no me fuera pillao en la cama". Aquí ya no hay eses que valgan, y la reiteración es un elemento a considerar como refuerzo. Lo sé, es complicada, pero con un poco de práctica os prometo que os haréis con ella, oh atentos y  verboinquietos lectores. Y si encima lo rematáis con un (ha)"berlo dicho", quedaréis como auténticos lugareños. ¿Os parece difícil? Pues se siente, no berlo preguntado :-P

Y finalizaremos con un hermoso y encantador caso real, extraido de la "Antología del Disparate", obra magna de Luis Díez Jiménez, catedrático malacitano que se dedicó durante años a recopilar errores de los exámenes de sus alumnos, meteduras de pata y/o burradas que van de lo ingenuo (Los Rayos Catódicos eran Isabel y Fernando) a lo delirante (Clasificación de los Mamíferos: El león y las personas). En una pregunta sobre la Reconquista, la famosa frase "Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre", que cuenta la leyenda que dijo Sultana Aixa a su hijo Boabdil al perder Granada, quedó tal que así....

"Si fueras luchado, fueras ganado....ahora llora y te aguantas"

Maravilloso, ¿verdad?

jueves, septiembre 16, 2010

ReCordando (RePostando)

Me váis a perdonar, queridos y teosaturados lectores, pero voy a recuperar otra entrada antigua, que casualMente es la que seguía a aquella de la semana pasada sobre los finales y tal. Ya hace tiempo que venía pensando en ponerla de nuevo, porque en principio iba a ser un "relato por entregas" (mira qué pretencioso), pero no pasó de la primera, en esa época apenas escribía y no supe cómo continuarlo, aunque siempre me quedé con ganas. Y ahora lo voy a intentar, supongo.

Como parece que a veces soy más críptico, simbólico o galvanoplástico de lo que pretendo, según leo en vuestros comentarios, os voy a hacer un making-of ahora mismo, justo antes del texto, para que no vayáis a buscar dobles o triples sentidos o intenciones en lo que se cuenta, aunque realmente creo que no ofrece muchas interpretaciones posibles, pero nunca se sabe...

The facts were these (me gusta esa frase, lo siento): Yo nací con tres días de retraso. Mi madre se puso de parto, y al llegar a la clínica, se calmaron las contracciones, los dolores, todo. Y yo no salía. Ella ya había tenido dos antes, así que estaba bien segura de que no era una falsa alarma. Pero yo no aparecía. Finalmente, tres días después de aquello, nací, con el cordón umbilical enrollado en el cuello, morado como una berenjena y casi sin respiración.  Pero bueno, al final un poco de spanking se encargó de que el mundo sufriera ganara un desprestigioso bloguero, ya véis. Y eso es lo que cuenta esta historia, titulada como una gran canción.


Living A Boy's Adventure Tale (I)
  (22 de Mayo de 2007)



Se estaba calentito y a salvo allí dentro. Por alguna razón lo que había fuera parecía amenazador, y él decidió que no iba a salir. En un primer momento las cosas siguieron su curso, el tiempo se había acabado y la fuerza exterior empezó a tirar de él. La nave nodriza se dirigió, no sin bastante traqueteo, a la base donde iban a ayudarle a extraer al huésped, pero una vez allí, el traqueteo se calmó. La nodriza sintió algo de vergüenza, ella ya había pasado dos veces antes por eso, y aparentemente sabía cuándo era una falsa alarma. Todos los técnicos y operarios le dijeron con tacto y dulzura que no había de qué preocuparse, que aún estaban dentro del plazo, y podía permitirse un tiempecito de espera, controlado y supervisado. Pero el huésped no lo iba a poner tan fácil. Se estaba calentito y a salvo allí dentro.


Por fín, al tercer día desde el primer aviso, no hubo más remedio que salir. Y en un último intento desesperado por permanecer en ese lugar lleno de paz, calor y seguridad, agarró lo que tenía más a mano, el cable de alimentación, se lo enroscó como pudo al cuello (sus movimientos aún eran torpes e inexpertos) y pensó "tal vez no tenga la longitud suficiente y consiga retenerme aquí"... pero se equivocó. Los operarios, concentrados en ese momento crucial, miraron con preocupación al huesped, de un color violáceo intenso, que no emitía señal alguna, y cuando vieron el cable apretando su cuello corrieron a cortarlo y dejarlo libre. Pero el huésped seguía morado e inmóvil. Hasta que finalmente, tras unos cuantas sacudidas, emitió una señal fuerte, intensa, poderosa. Todos suspiraron aliviados, celebraron que hubiera salido todo bien, nadie se percató de que esa señal era un aullido de dolor, un lamento desgarrado por haber sido expulsado de la nodriza que lo había mantenido cobijado y nutrido. Si, se estaba calentito y a salvo allí dentro.
 
(¿Continuará?)

miércoles, septiembre 15, 2010

Gravedad




 

 

Cae. Cae porque pesa. Cae porque no sirve. Porque simboliza. Porque le tiene harto. Porque es quien manda. Porque no sabe mentirle. Porque no quiere ocultarle. Porque es el momento. Porque ahora o nunca. Porque parecerá un farol. Porque no cree que sea capaz. Porque no tiene solución. Cae. Cae de sus manos. Cae tan despacio como rápido se rompe su espejismo. Cae porque pesa. Porque es de porcelana. Porque se lo regaló su suegro. Porque siempre ha estado en la familia. Porque es horroroso. Porque quiere hacerle daño. Porque lo consigue.



 
("...In your eyes, I saw a future together, 
while you just looked away in the distance...")

martes, septiembre 14, 2010

Celebraciones Y Lamentos

Desde este desprestigioso blog, damos una calurosa enhorabuena a Alex de la Iglesia por su doble premio en el Festival de Venecia (que aunque haya perdido bastante fuelle, sigue siendo uno de los tres principales eventos cinematográficos fuera de Hollywood), como mejor director y guionista por su "Balada Triste de Trompeta", de la que el ilustre Uno ya nos dejó una primicia hace meses (es lo que tiene ser cool-hunter). Con unas cuantas películas imprescindibles (Acción Mutante, Muertos de Risa, La Comunidad), y a pesar de algunos errores y patinazos (Perdita Durango, Los Crímenes de Oxford) , de la Iglesia es indiscutiblemente una de las voces más personales de eso tan denostado llamado "cine español", que a muchos os provoca urticaria y a otros nos interesa en general bastante, que no solo con deporte se hace patria....si es que hace falta hacerla, je je -me van a llover palos por esto, lo sé-. Bravo por él.


Y tras la buena noticia de este doble premio, el domingo amanecimos con una gran pérdida. Claude Chabrol, otra voz personalísima e incontestable del cine francés, del cine mundial, se ha marchado a los 80 años.


Su visión mordaz, vitriólica e implacable de la burguesía nos ha dejado un buen puñado de joyas (La Ceremonia, la Flor del Mal, El Infierno, Madame Bovary...) y una manera de hacer cine libre, arriesgado y a la vez comercial, con un manejo excelente en la dirección de actores (aquí hay que volver a mencionar a su musa, la inmensa Isabelle Huppert). Precisamente hace un par de semanas me compré en dvd "Las Ciervas" psycho-thriller lésbico que dirigió en 1968 con la que fue su segunda esposa, la magnética y hoy por desgracia casi olvidada Stéphane Audran, que en estos días aprovecharé para volver a ver como homenaje a un grande, que seguía rodando casi una película por año, divertido, cultísimo, amante de la buena literatura y la buena comida (llegaba a escoger localizaciones en función de los restaurantes de la zona). Lo dicho, un grande.

(ninguna de ellas es Chabrol)

Y acabamos fuera del cine, pero con otro grande. Mi muy querido y venerado "virtual-husband", Chevy, cumple años. Como es discreto y reservado por naturaleza, no estoy muy seguro de que este anuncio a bombo y platillo le vaya a hacer mucha gracia. Aunque en realidad no ha sido a bombo y platillo...aún.

(¡¡FELICIDADES, CHEVY!!)

Bueno, ahora sí. Os dejo, que tengo que ir a meterme dentro de la tarta.  Zío me ha buscado un atuendo para la ocasión que no sé no sé...pero él -que sabe mucho de esto- dice que es ideal para ello. Les he dejado dicho a mis redactores que no se les ocurra meterla en la cámara frigorífica ni tratar de partirla con uno de esos sables para bodorrios. Pero algo me dice que no debo fiarme mucho de mis redactores. Si salgo vivo de esta, mañana nos vemos por aquí otra vez.

domingo, septiembre 12, 2010

A Theo Under The Influence



Podría echarle la culpa a Dexter Gordon, podría culpar al delicioso vino blanco de Rioja, pero no. Es cierto, querido y domenicorelajados lectores, que ambos están presentes en este momento, pero aquí no hay culpas. Hay dedos que tecleatrapan un instante que debería ser una siesta pero requiere ser plasmado, negro sobre blanco, como testimonio de un proceso, pero antes, unos (útiles) consejos publicitarios:

Las autoridades blogosféricas advierten: este post puede resultar largo, arduo, pesado y abstruso.

Resulta que, en este domingo septembrerino de calor menguante, andaba yo haciendo, una vez más, limpieza y reordenamiento, esta vez con los libros, que andaban un poco descolocados y requerían una alineación al uso. Carson McCullers estaba harta de no entenderse con John Steinbeck a pesar de ser compañeros de lengua y casi generación, Dorothy Parker se cachondeaba de Blasco Ibañez y Juan Marsé se escandalizaba de tener cerca a Stephen King (aunque fuera un Guilty Pleasure, o tal vez precisamente por eso). Pensé que ya era momento de recolocarlos a todos, mientras me cantaban Psychedelic Furs o Esclarecidos. Tenía descongelándose un par de filetes de pescado para prepararlos a la plancha (no, no estoy a dieta, aunque cuando me miro al espejo me vea vieja, calva y gorda mejorable) con algo de verdura. Se conoce que en algún momento me puse a pensar en todos los males del Universo y quise hacer una ensalada de judias verdes con patatas, cebolla y atún (que no sé en vuestros terruños pero aquí se conoce como "Ensalada de Verano"), y servirme una copa de blanco, saboreada con calma mientras cambiaba la planchación del pescado por un poco de aceite con guindillas, ajo y laurel, seguido de cebolla, pimiento rojo y verde, mucho perejil, champiñón y Jerez, con el pescado cociéndo a fuego medio entre tal vergel. Lo que pretendía ser una comida ligera se transformó en un ágape pantagruélico mientras me hacía un esquema mental del Dolor. Ayer hizo 9 años de una tragedia neoyorquinomundial, y nuestro querido Adrianos aprovechaba para recordar a las víctimas del salvapatrismo bombatómico. Y yo rellenaba la copa de blanco repasando la nevera, donde nunca tengo mayonesa ni tomate frito preparados, porque no hay nada como los caseros. Ketchup sí, porque ayuda a hacer una salsa rosa de chuparse los dedos. Cuando el plato estuvo acabado, cambié a Lliso por Dexter Gordon, con su álbum Go que es uno de los grandes momentos del jazz, y ya sé que hay mucha gente aquí que no conoce o aprecia el jazz, pero para eso este es mi blog, o blug, como podría llamarlo Thiago , porque poco aporta al orden mundial -mi blug, no Thiago-, aunque a mí me hace pasar ratos fabulosos, compartir cosas de todos grados, y aprender de vuestras opiniones y puntos de vista. Esta entrada podría ser un agradecimiento por la semana tan buena que hemos compartido, recuperando una entrada que estaba en el olvido y que generó un reguero de comentarios que vale su peso en....¿en qué? No me gusta el oro, no me interesan las piedras preciosas, el lujo se lo dejo a otros. Tengo que inventar un valor exclusivo para este blug...mientras tanto, el pescado salió delicioso (picante, puedo jurarlo), el vino blanco fue ventilado por completo, la cabeza me pesa y es hora de dormir este bienestar, soñar que este delirio no ha sido escrito y volver a la noche con alguna chorradica nueva que contar, pensando en cómo el pozo siempre parece seco pero inexplicablemente aún es capaz de producir, de manera efímera pero igualmente válida, caudales mayores o menores de ideas letratecleadas.

sábado, septiembre 11, 2010

Every Colour We Are



No me negaréis que es un poco cansino, oh templados y rechazoextremistas lectores, que todo tenga que valorarse en los extremos, que una cosa no tenga sentido si no se compara con otra, que parezca que nada merezca la pena si no se ama o se odia, se vive con pasión o con desdén. Si dices que te gusta Londres, alguien te dirá que le gusta más París (sin haberle preguntado por la ciudad torreifelina), si que The Beatles, siempre alguien se reafirmará en su gusto o rechazo sacando a The Rolling Stones. Si te recomiendan una película, un libro, te dirán "no es una obra maestra... pero está bien" (¿es necesario justificarse porque te haya gustado algo SIN que sea magistral?)... Se tiende a valorar lo visceral, lo excesivo, las películas de Fulanito las amas o las odias, no hay termino medio, si tienes alguna idea política, necesariamente tienes que estar del lado de uno de los dos grandes partidos, y si hablas bien de uno siempre es contraponiéndolo a lo malo del otro. Deporte, moda, radio, relaciones personales...todo parece que tiene que ser o blanco o negro, el gris tiene una valoración entre ridícula y pésima. 

Lo gracioso es que entre el blanco y el negro no sólo está el gris. Hay una gama enorme de colores que disfrutar, que vestir, que imaginar. Incluidos los de los extremos, por supuesto. No me gusta vestir de blanco porque mi piel no le hace mucho contraste. Al negro sí, que para eso es el color que dicen que sienta mejor a todo el mundo. Pero me gustan todos los demás. Me gusta ser rojo como el calor que desprendo, marrón como el día en que el mundo se me hace difícil y amarillo como los rayos que le lanzo para superarlo. Naranja con mucho jugo para protegerte del resfriado, añil como la melancolía que a veces te impregna, marfil como la sonrisa que me desarma, ocre como el sol que se pone cuando te despido. Celeste como el firmamento que te ve regresar, rosa como lo cursi que puedo llegar a ponerme cuando usas el violeta con el que te conocí, y djiste que te gustaría zambullirte en ese azul grisáceo con unas vetas de amarillo de mi mirada.

(...You can be anything you want...)

jueves, septiembre 09, 2010

EstiraMiento



...temía que se rompiera o que acabara cediendo antes de tiempo pero aquello seguía y seguía estirándose con mi impulso después de haber realizado los más sofisticados y completos cálculos para no errar ni en el empuje ni en la trayectoria que me lanzara sobre él que siempre parecía estar más lejos que mis intentos pero esta vez irrumpiría en su espacio así que estiré y estiré y una vez llegado al punto necesario dejé que el elástico me catapultara volando con la sonrisa del que se sabe vencedor lástima que en el momento de tomar cuerpo se agachara para atar sus zapatos descordonados y yo le sobrevolé con el rictus del que se sabe panoli aterrizando en lo que me pareció un matorral de zarzas oscuras y espinas que no pinchaban incluso resultaban agradables...



Tal vez porque no eran espinas, sino el suave vello de las mejillas de un rostro amigable, un salvador que se interesó por mis no-heridas, alivió mi ansiedad, y me invitó a vivirle.


(Firme candidato teodoriano a álbum del año)

miércoles, septiembre 08, 2010

ConJugándonos

Verte. Mirarme. Conocernos. Pensarte. Anticiparme. Sorprenderte. Sonreirme. Sonreirte. Embaucarnos. Cenar. Brindar. Beber. Entrelazarnos. Dormirte. Mirarte. Dormirme. Despertarnos. Entrelazarnos. Abrazarnos. Despedirme. Trabajar. Extrañarte. Mensajearme. Sonreir. Reencontrarnos. Repetir. Repetir. Repetir. Repetir. Formalizar. Prometerme. Proponerte. Decidirte. Embarcarnos. Convivir. Regalarnos. Adornar. Construir. Transcurrir. Desilusionar. Aburrir. Callar. Ocultar. Espiarme. Descubrirte. Gritarnos. Reconciliarnos. Prometernos. Incumplir. Separarnos. Odiarnos. Transcurrir. Madurar. Recordarte. Reencontrarte. Hablarnos. Reir. Despedirnos. Pensarte. ¿Pensarme? Llamarnos. Cenar. Brindar. Beber. Entrelazarnos. Repetir. Repetir. Repetir. Reintentar. Merecernos. Perdonar. Olvidar. Vivir. 


Dudar.

 
(...These hands will come around, You'll love their touch again...)

martes, septiembre 07, 2010

Endlessness

"Se te ve más serio en esta entrada pero estabas ahí sin duda, lo del macramé me lo ha dejado bien clarito" (frase aguda y certera extraida del comentario de Argax sobre mi entrada de ayer)

Ah, queridos y procesodecreacionintrigados lectores, qué difícil me lo habéis puesto. Y qué apasionante, a la vez. Vuelvo a agradecer calurosamente (pero calor seco, no húmedo como el que tenemos por estas latitudes que te deja pringoso y, como te descuides, tufo-oliente) vuestra participación, que dejó el espacio de los comentarios lleno de perlas y brillanteces que harían palidecer a la mismísima Norma Desmond. Y a mí, sumido en un mar de respuestas a calibrar. 

Si esto hubiera sido un concurso, el premio sin duda habría quedado repartido entre dos ilustres Ues (un-angel y Uno) y una E (eppes), que fueron los que más se acercaron al punto de vista que vuestro humilde narrador trataba de exponer. Casi todos los demás os centrásteis en "El Final" como tema en sí mismo. Y estamos todos de acuerdo (ya se decía en la primera entrada, seria y rigurosa pero con macramé teodoriano) en que los finales no existen. Las historias siempre se pueden prolongar en nuestra cabeza cuando terminamos de ver una película o leer un libro, o con el tiempo el autor puede revisar su obra y hacer un nuevo montaje, crear un epílogo que no existía, meter un par de estrofas en una canción, dar pinceladas nuevas al cuadro, puntadas al vestido, pulir detalles de una escultura...como decía ayer, yo me quedo conforme del punto en que me quieran dejar una obra (película, libro, canción, escultura...) aunque no me deje satisfecho, pero es como el autor lo ha querido, y lo acepto. Y ahí es donde intentaba dirigir el asunto, al momento en que el creador decide que ya ha contado, pintado o compuesto lo que quería, y nos sirve el resultado a nosotros para que hagamos o deshagamos...


Otra frase aguda la escribió Stultifer, "La entrada de un bloguero acaba en el momento que su visitante deja de leer". Vale, pero a mí me interesa el punto en el que el bloguero decide terminar, luego la entrada se coloca, y ya es del dominio público para leerla, dejar de leerla, comentarla o rebatirla. Y aunque siga teniendo vida, como decía Squirrel, porque sigan llegando comentarios meses o hasta años después, el creador la acabó cuando le pareció oportuno. Podía llevar un párrafo, dos, tres....pero llegó un momento en el que pensó "ya está". ¿Qué le hizo pensar eso? Y recordad que siempre hablo desde la libertad del que crea, sin presiones de productores, editores, la autocensura o prudencia del que cree que va a aburrir por ser el texto muy largo o denso...etc. Claro que con el tiempo el autor puede haber madurado o experimentado con otras formas de expresión, y se horroriza con lo que antes creó o simplemente piensa que podría retocarlo (la anécdota del pintor que contaba Edgard), pero en el momento que lo terminó por primera vez para darlo a conocer....ah, ahí está el misterio. No me digáis que no es fascinante. Y sobre todo no digáis que me como el tarro preocupo por tonterías. O sí, decidlo, posibleMente tengáis razón.

Y sobre el fin del amor, pues diré que no era más que un golpe de efecto para acabar dramaqueenescamente el post. Por supuesto que un amante sabe cuándo el amor se ha acabado, porque, a menos que seas una persona (tigresa -o tigreso-) calculadora y malvada, uno puede alimentarlo, mantenerlo, dañarlo, celebrarlo, pero no puede crear el amor ni tampoco terminarlo a su antojo. Una relación sí, pero el amor como sentimiento....eso es imposible (tigresas y tigresos aparte).

¿Sigo? ¿no sigo? ¿He dicho ya lo que tenía que decir? ¿Me encontraré este texto en una futura limpieza bloguera para darme cuenta de que sigo lleno de dudas? ¿Querré cambiar alguna línea? ¿Seguiré queriendo ser Bonnie Tyler? ¿habrá encontrado Zío un mecenas que nos saque del arroyo?

Lo que me temía, todo son preguntas.

(Cómo no, se preguntan por el fin del amor. Si es que esto no puede ser....)

 Y todavía me veo haciendo una tercera parte. Que noooo, que es broma :-)

lunes, septiembre 06, 2010

Endlessly




(Ayer estuve ordenando y quitando un poco de polvo del blog, que estaba ya que parecia un ZaraTara, y me encontre con esta cosita que he querido recuperar, por una parte, porque todavia no he encontrado respuesta -ni creo que lo haga, realmente-, y por otra, porque me hace mucha gracia ver como ha cambiado mi forma de escribir - lo he dejado tal cual estaba con un par de retoques minimos-. Tambien es verdad que hace 3 años no se me habia ido la olla de manera tan bestial como ahora. No es que fuera un ejemplo de cordura, pero al menos no era multipolar, ni discodancer memorativo, no me daba por hacer tontadas absurdas experimentos ni inventarme cuentuchos contar historias... todo eso que ya sabeis. Y si alguien tiene una respuesta al asunto en cuestion, por favor, decidla, y hareis feliz -Taylor- a vuestro humilde narrador)

         Acabar De Acabar (7 de Mayo de 2007)

Y digo yo, ¿cuándo tiene un creador la sensación de que su trabajo está terminado? Es algo que siempre me ha intrigado tremendamente. Es verdad que a veces hay presión por parte "del que paga", censura, escasez de medios, y muchas circunstancias que hacen que el autor no pueda decidir libremente dónde poner punto final a su asunto, pero imaginando que se goce de completa autonomía y libertad de decisión, cuándo llega el final? Hay novelas o películas que tienen un final claro, se está contando una historia concreta y el desenlace es lo que le marca el fin. Aunque en realidad todos los finales son abiertos, porque es materialmente imposible contarlo todo. Los protagonistas se enamoran, se besan, y se acaba felizmente. Pero claro, luego viene la vida en común, las alegrías o decepciones, lo mismo uno de ellos podría morir al dia siguiente, o tener una crisis de fe, o abandonarlo todo por el macramé, quién sabe. Pero como la historia que nos estaban contando, que centraba su intriga en saber si se enamoraban o no (o encontraba el arca,o mataba al vampiro, o se hundía el barco, etc.), ya ha llegado al punto preciso, pues se puede dar por contada, y lo demás interesa menos. Muy bien. Pero, qué pasa con historias no tan concretas, que no tienen un asunto tan concluible. ¿Qué lleva al director, guionista o escritor a decidir cortar en un punto? A no contar más de los principales, a no profundizar en los otros personajes. Yo como espectador o lector me puedo quedar con ganas de saber más, pero acepto que me cuenten hasta donde el contador quiera. Lo que me intriga es el momento en que decide "ea, ya he contado lo que quería".


Y si en el caso del cine, la literatura o incluso la música me parece lógico que el creador vea un final, hay disciplinas en las que me siento intrigado hasta no poder más. La poesía moderna, por ejemplo. Una vez superadas las normas métricas y tal, ¿cuándo siente el autor que un verso es el último, que ya ha expresado lo que quería? Hay poemas de los mismos autores que no llegan a los 10 versos y otros que ocupan varias páginas. ¿Qué pasa por su cabeza a medida que escribe para comprender la cantidad de palabras que necesita su idea? ¿Y en la pintura? Los clásicos lo tenían aparentemente más fácil. Pintar con un modelo (una persona o grupo, un bodegón, un paisaje) significa que una vez retratado eso, ya no había más que poner. Aunque habría que preguntarles a ellos, lo mismo les daba igual quebradero de cabeza decidir si el final estaba en esa luz más o menos intensa o en la mirada del retratado, qué sé yo. Pero los modernos...¿dónde sienten el final de una obra? Pollock, por ejemplo, que entraba en trance derramando chorros y goterones (que conste que lo venero)...cuándo decidía que había expresado lo que quería en un cuadro concreto, qué chorro era el último?


Y digo yo, ¿cómo sabe el bloguero que su entrada está completa?

(Y el amante. ¿Como sabe el amante cuando acaba el amor?)

domingo, septiembre 05, 2010

Memorias De Un Discodancer: "Galaxy 2000"

Desde que me retiré de la noche hace muchos, muchos años, como consecuencia de una relación bastante dañina (que ya ha aparecido camuflada más de una vez en alguna de mis historietas), nunca he sido capaz de recuperar el groove, como se suele decir. Es probable que no lo haya intentado lo suficiente, pero también es cierto que hay un algo de rechazo al ambiente nocturno (y me refiero a cualquier ambiente). Algún día hablaré de todo esto y os aburriré mogollón, pero me apetece (y tal). Esta introducción venía a cuento porque en los últimos (muchos) años ha habido varios intentos de retormar las salidas, las copas, las juergas...y bailar, oh, bailar, eso que era mi verdadera razón para salir. Porque siempre he pensado que si apetece hablar con los amigos, lo mejor es quedar para comer o tomar un café, en vez de estar berreando en un bar o disco con la música a todo trapo, digo yo. Esos sitios son para bailar.

En uno de esos intentos, una pequeña racha de salidas allá por el 2000 arrastrado por un amigo decidido a sacarme de mi encierro como fuera, recuerdo que, entre otros, este tema estuvo a punto de hacerme volver al hábito nocturno discodanzante. A punto. A puntísimo. Pero no lo consiguió. Era un remix de una vieja canción del grupo de funk War, famosísimos durante los 70 y parte de los 80, y hoy bastante olvidados por el gran público. Nunca me fascinaron, pero reconozco que tenían auténticos temazos, como este "Galaxy", original de 1977, con una línea de piano y unas percusiones afrolatinas irresistibles.

Y en el 2000, unos productores británicos, Plump Dj's le hicieron un remix más irresistible aún, porque en realidad era una puesta al día, respetando totalmente el orginal y añadiéndole una base breakbeat (que tiene su raiz en el funk) que era lo que estaba de moda esa temporada, y algunas paradas estratégicas por aquello del famoso "subidón".

Olvidaos por un rato de qué hacíais en el 2000, de si escuchábais pop o salsa o jotas, de si ya estábais en el mundo en el 77 o aún no érais ni un proyecto, de que si yo sé mucho y vosotros no sabéis nada....en fin, disfrutad de un tema tan bueno como este en un domingo como hoy. Bailadlo, bailadlo mucho, que no me imagino a nadie con los pies quietos con una cosa así. Seguro que hasta Prudence y Edna lo van a bailar como locas. Vamos allá.




 (Teodoro desgroovizado, ¿quién lo regroovizará?)

viernes, septiembre 03, 2010

SufridaMente




La mujer malencarada, enjuta y longilínea salió de su casa sin saludar al portero, al cartero ni al kioskero. Ni siquiera al droguero que le suministró con amable eficiencia la llave de su libertad, que ella repartiría en pequeñas dosis, calculando los días que le faltaban para deshacerse de su torturador.



 

("...She walks upon the ground / It's cut-cut-cutting me down...")

Teodoro Presenta: Acervo Inoxidable. Vol. 2: Ponerse Púo

Vamos con una nueva entrega, oh queridos y proandaluces lectores, que ampliará vuestros siempre incansables conocimientos sobre las peculiaridades del habla de aquesta tierra llena de arte y poderío, de gracia y salero, de tronío y sentimiento. Ole. Entre otras cosas, nunca se os ocurra decir "Olé" a menos que estéis en el tendido jaleando a esos torturadores y/o asesinos de animales que a todos nos representan porque para eso es una Fiesta Nacional, no faltaba más, que aquí las fiestas como todo el mundo sabe, si no es con sangre animal no son fiestas ni ná. Bueno, si queréis acentuar en la "e" sois tan libres como el viento, pero no me negaréis que suena más cuco acentuándolo en la "o". Y alargándola un poco (la "o"). Oooole. Musho mehó.

La de hoy es una expresión que según mis redactores, aunque se usa muchísimo en esta Málaga tan llena de arte y poderío....etc,  viene de Cádiz, mayormente. No es que mis redactores sean unos andaluzólogos de pro, es que los puse a hacer una investigación exhaustiva con la promesa de un premio estupendo para el finde. No les he dicho cual, ni os lo diré a vosotros, que os chiváis, pero el caso es que se han esforzado en encontrar el origen de la expresión "Ponerse Púo" (o Púa, queridos miembros y queridas miembras), que significa "atiborrarse de comida o bebida", aunque no han dado con su origen (se cree que puede venir de "pudio" -podrido-). Ponerse púo. ¿No os parece un primor? Podríamos añadir un nuevo elemento puíble, porque no me negaréis que uno también se puede poner púo de blogs, cuando a todos les (nos) da por actualizar al mismo tiempo o desconectamos por vacaciones, averías o cualquier otro problema, crisis blogueras incluidas. Aunque sea por un par de días, a la vuelta el atracón está asegurado, pero con satisfacción, que el puismo es placentero, no jartible.

La Señora Mayor (denominación genérica) es un personaje fascinante, entre otros muchos motivos, por la voracidad que muestra y lo mal que la disimula. ¿Cuántas veces no hemos oido aquello de "no, si yo apenas como" (ya, ya), "como menos que un pajarito" (un pterodáctilo, tal vez?), "un poquito de pan, para empujar" (y se agencian media barra)...? Las más finas forman hasta "Comandos Canapé", pero esa es otra historia. Cuando veáis una familia con abuela incluida en la playa, de camping o en algún chino (o en ese horror de nuestro tiempo llamado "buffet libre"), comprobaréis cómo los miembros intermedios (padre, madre, tíos) hablan, ríen, discuten y comen. Los pequeños se quejan, juegan con alguna miniconsola, lloran o berrean, y a veces comen. La abuela, mientras, en silencio, come, come y come. Vamos, que se Pone Púa ("No, si yo no tengo hambre...").

Hace unos días, me encontré a esta deliciosa pareja (por supuesto son novias desde hace años, "amigas", dicen en su entorno familiar y vecinal) y no pude evitar olisquear un rato a ver qué hacían.


(Me encanta el "pataje" de Amiga Rosa)

Eran las 10 de la mañana y las encantadoras señoras iban de restaurante en restaurante buscando suculencias para el almuerzo. Tan temprano, y ya pensando en ...Ponerse Púas.

(Qué grande Natalie Merchant. Hasta para ponerse púa)

miércoles, septiembre 01, 2010

Al (u) Cine

(Últimamente me siento preso de un ataque de teclorrea masiva. Vamos, que me enrollo como una persiana en los posts, comentarios y contracomentarios. Desde aquí pido disculpas por la paliza que os pueda dar, pero al mismo tiempo digo aquello de "ah, se siente", porque creo que aún me queda para rato. A ver si vuelvo a los micros y los minis y todo eso y me dejo de tanto palique, que vaya tela)

Desde que comencé el blog, siempre he tenido en mente hacer una entrada sobre el cine. Lo que significa para mí y todo eso. ¿Os he dicho alguna vez que no hay nada que me guste más en el mundo? Seguro que sí. Pero nunca sé cómo ponerme a ello, tal vez algún día lo consiga, pero no ahora, con la racha teclorréica que llevo sería largo, denso y aburrido, y vosotros no estáis para perder el tiempo, oh queridos y presurosos lectores. Así que este va a ser un nuevo post de transición, pero con el Cine como asunto. 

Lo primero es volver a recomendar vivamente que visitéis el CineFórum Virtual de Alforte, que está muy bien y este mes está dedicado a esa peli que nos encanta y que tanto ha hecho por la diversidad afectivosexual, "El Mago De Oz". Visitad, comentad, sugerid, está abierto a vuestra participación y puede colaborar quien quiera, es un espacio que verdaderamente merece la pena en esta blogosfera tan llena de claroscuros e individualismos (mi ombligo acaba de soltar una carcajada burlesca).

Lo siguiente va a ser un "making-of". Como siempre he sido muy de hacer listas, durante muchos años, en la de Películas Favoritas, el puesto de honor lo ocupó "Vestida Para Matar", de Brian de Palma., ese homenaje (o plagio/copia, aquí cada uno es libre de verlo como quiera) del universo Hitchcock a la mayor gloria de unos inmensos Michael Caine, Nancy Allen y  Angie Dickinson. Con el tiempo se me pasó la fiebre, pero es posiblemente la que más veces he visto (irá por 20 o así), y de ella he tomado nicks, contraseñas, nombres de mascotas, frases que uso a veces....en fin, lo que tiene una peli favorita. Pues bien, recientemente he usado una escena de esta película en un post (que además surgió mientras lo escribía, no estaba planeado en absoluto), y me extrañó que Alforte o Squirrel, por ejemplo, no se dieran cuenta.

Si alguien se acuerda, en el post vodevilesco de ayer, con Theo y Zío en pleno descubrimiento del diario del Dr. Oteo, Zío habla de cómo se hace pasar por paciente, para seducir al Dr. contándole un violento sueño erótico que le excita y aprovechar para robarle el diario en un descuido. Esa escena es la que da paso al clímax de "Vestida Para Matar". Nancy Allen cree que la asesina que va tras ella es una paciente del Dr. Elliot (Michael Caine) y le pide una cita para hablarle de unos sueños recurrentes sobre un hombre que le hace cosas sucias  y algo violentas pero que eso inexplicablemente le excita mucho, conseguir calentarle, y aprovechar la intimidad para hurgar en su registro de pacientes. Es una pena, no he encontrado la escena completa, pero al menos aquí está el momento en que se quita la gabardina, quedándose en ropa interior.

"Dressed To Kill" en su momento (1980) fue vapuleada por la mayoría de la crítica, aunque en taquilla no funcionó del todo mal. Pero afortunadamente el tiempo ha puesto las cosas en su sitio, y hoy es casi unánimemente considerada como uno de los grandes thrillers de la historia. Un homenaje al maestro Hitchcock hecho por otro gran maestro. Y esa música fabulosa de Pino Donaggio (no sé si la seguirán usando en "Hablar Por Hablar", durante años lo hicieron, aunque ya hace tiempo que no lo sigo, oh nocturnos y radioyentes lectores). Y no digo más, porque esto no es el CineFórum ni hoy tenía pensado enrollarme tanto como lo he hecho.