viernes, junio 27, 2008

El Otro

Ya sé que Pablo era (y es) el listo, el creativo, el motor. Pero yo siempre tuve debilidad por Arturo. Pablo, encima, sin ser extraordinariamente guapo tenía un atractivo arrebatador, aunque con los años se fuera estropeando mucho, y Arturo era bastante poco agraciado, ni siquiera resultaba un feo interesante. De voces ambos andaban muy bien, al menos en eso podían jugar al mismo nivel, pero en prácticamente todo lo demás, Pablo salía ganando. Pero, repito, mi debilidad siempre fue Arturo. Fueron amigos inseparables durante años, y decidieron unir sus (desiguales) talentos en una pareja que duró unos tres lustros, aunque los 7 últimos fueron los que les llevaron a la (merecida) gloria. Se separaron en su mejor momento, diferencias artísticas y todo eso, y tal vez fue lo mejor que pudieron hacer, en vez de dejar que viéramos cómo su chispa se iba apagando en sucesivos trabajos. Pablo tuvo una muy fructífera (en crítica, ventas y premios) carrera en solitario, salvo algún bache suelto (casarse con la Princesa Leia es lo que tiene), y Arturo, ya que no había sido agraciado con el don de la composición, se dedicó a revisar cancioneros de otros. Lamentablemente pasó en general con más pena que gloria, salvo algunos momentos estelares, como su primer hit "I Only Have Eyes For You", la maravillosa versión del clásico "(What A) Wonderful World" (ahí participaron Pablo, James Taylor y Carly Simon), y la bellísima "Bright Eyes". También probó suerte en el cine, participando en pocos pero curiosos proyectos (entre ellos la grandísima "Conocimiento Carnal" y la muy interesante "Bad Timing").

Tuve la suerte de verlo en concierto hace unos años (en la buena compañía de la señorita Sardina), y fue TAN emocionante




Sigo teniendo debilidad por Arturo, definitivamente. Y es una lástima que mi canción favorita no aparezca completa en ningún tube ni sitios similares, así que me conformaré con escucharla yo solito, es "Mr. Shuck 'n' Jive" (CBS, 1977)

martes, junio 24, 2008

Decíamos ayer... (II)

Cuatro meses ya...Más de 100 días desde que escribí la última entrada. He estado varias veces por cancelar este blog, pero preferí conservarlo, aun que no sé muy bien el motivo. Tal como lo veo, el bloguero medio lo que busca es, como la vida misma, compartir con sus amigos. Contar una vivencia, una anécdota, un recuerdo, una idea, para que sus seguidores (que en principio, son los amigos) lo lean, y rían, se emocionen, se asusten, se escandalicen, opinen. Con suerte, el efecto multiplicador del ciberespacio hará que otros lectores se interesen, amigos de los amigos, curiosos que se topan con el blog buscando cualquier cosa en la red...las posibilidades son infinitas, y un buen día resulta que tu blog lo leen tropecientasmil personas...o no.

Pero el caso es compartir, contar cosas. No es como los diarios, que uno guardaba celosamente para que no descubrieran sus intimidades. En esto hay que tener voluntad e intención de ser leido. Y para eso se cuenta con instrumentos de ayuda y entretenimiento como los videos de youtube, los links a canciones que sirvan de banda sonora del texto, dibujitos, foticos, sorpresas de todo tipo...

En fin, no pretendo definir algo que a estas alturas está ya más que definido. Creo que lo que quiero es recordarme que me planteé hacer un blog como manera de exteriorizar, y no lo estoy logrando. Que pase tanto tiempo sin escribir no es por falta de inspiración (bueno, a veces también, como es lógico). Es que no se me da bien compartir. Tal vez por egoismo, aunque más bien creo que es por miedo. ¿Miedo a qué? ¿Me estoy refiriendo solamente al blog?

No debo dejar que el miedo domine mi vida, ¿verdad?

"Los mudos suelen ser elocuentísimos cuando se dicen las cosas a sí mismos" (Benito Pérez Galdós, "Tormento")

No hay música. Ya habrá.