miércoles, octubre 28, 2009

H de Hospital (a la manera de François Ozon)

No es el momento. No es el lugar.


Tiene las manos tan calientes que parecen arder, intenta transmitirle algo de alivio mientras cruzan la ciudad en el vientre de ese vehículo que se abre paso entre el tráfico con la nada mitológica sirena. Mira su gesto desencajado, la mujer fuerte y valiente que siempre había sido (o pretendido ser) está oculta por la maleza de un dolor que la hace casi irreconocible. Aguanta, ya queda poco, estamos llegando. La ambulancia pare a dos adultos. Uno es depositado en una silla de ruedas y el otro, tras cumplir los trámites de ingreso, corre a su encuentro para jugar juntos al temible juego de la espera, con docenas de otros rostros tan desencajados o más por el dolor y los nervios. 


El tiempo va pasando y las palabras de consuelo hacen cada vez menos efecto. Aparece su hermana para relevarlo en la sala de espera y se asoma a la entrada de Urgencias para tomar un poco de aire. Un grupo de celadores charlan animadamente haciendo tiempo hasta empezar su turno, en el que además de su uniforme vestirán solemnidad y alivio amable y se dedica a observarlos tratando de abstraerse de tanto rostro (desencajado, nervioso) de familiares y acompañantes que como él, esperan. Y de ambulancias que constantemente paren adultos maltrechos. Uno de los celadores es bien atractivo. No hace falta tener el famoso radar para comprender (entender, casi mejor) que si le mira atentamente no va a molestarle. En un momento tan tenso puede ser un buen pasatiempo un juego de miradas. Y el juego comienza.


Transcurren las horas y todo sigue igual. Madre doliente, hijos inquietos. Hambre. Sueño. Una prueba aquí, ahora espere, otra prueba allá, vuelva a esperar. Celador entregado a su trabajo que cuando pasa por su lado le clava esa mirada azul. Finalmente deciden dejarla en Observación al menos esa noche, tal vez más, y el encargado de llevarla es Él. Le explica el procedimiento, añadiendo a las palabras de calma y alivio necesarias un aderezo de confianza que él sabe que no ha utilizado con los otros familiares a los que le ha visto dirigirse durante la noche. Su agradecimiento incorpora ese tono cómplice tambíen. Y hay un momento de silencio.


(Son las 5 de la madrugada y ese pasillo está vacío. Le toma del brazo y le conduce a una pequeña habitación llena de objetos que prefiere no mirar mientras su camisa se abre, sus pantalones bajan y él se encarga de que el uniforme deje de cubrir a su Celador, que sabe cómo convertir un breve momento de escarceo en un arte amatoria, cómo hacer que por un momento olvide dónde está y por qué ha venido, que olvide el remordimiento por convertirse en el polo opuesto al dolor que hay en la habitación contigua. Acercándose al clímax, incluso consigue olvidar que se encuentra en un sitio llamado Oficio Sucio...)


Y hay un momento de silencio. Un silencio en el que una mirada parece susurrar "No es el momento, por desgracia", y el silencio de la mirada que le mira parece responder "No es el lugar. Estoy acostumbrado".  Le ve alejarse a seguir con sus tareas y él marcha en sentido contrario a recoger a su hermana para irse a casa, sintiéndose algo culpable de haber tenido una fantasía tan vívida en un momento tan poco oportuno.



(François Ozon : director francés. Sus películas suelen caracterizarse por un humor ingenioso y satírico y un peculiar punto de vista sobre la sexualidad humana - Wikipedia)

27 comentarios:

Winnie dijo...

Espero que TODO se solucione pronto y bien. Un abrazo muy fuerte

TUT dijo...

A veces , en situaciones que nos superan hay como una necesidad de descargar la tensión acumulada en acciones sean o no sexuales, aunque luego digarmos ¡ menuda tontería !, no era el momento, pero así somos.

Un abrazo

Xim dijo...

No me ha gustado nada, ni siquiera en clave de metáfora cinematográfica...

DisappointedpbKss

Xim

Unknown dijo...

Qué bien que el impulso sexual en nuestra mente sea tan químico y no responda a contextos poco propicios para su aparición. Somos tan animales.

Besos de ánimO/Ales

Cosechadel66.es dijo...

Hay alguien que siempre anda a nuestro lado, y no es nuestra sombra. A veces somos él, a veces no. A veces le comprendemos, a veces deseamos ser él.

Carpe Diem

Anónimo dijo...

Hoy prefiero no comentar nada del texto. En otro momento, o por teléfono. Aunque está bien, sí. Bien escrito. No puedo decir otra cosa, :)

Vamos a lo importante: me alegro de que todo esté ya bien.

Un beso
ABZ

Joaquinitopez dijo...

Soberbio, sencillamente. Cuando la angustia llega a un punto, cuando la muerte y la enfermedad te cercan (y eso es lo que hay en una sala de espera de urgencias: enfermedad, muerte y miedo)el ser humano necesita proclamar la vida, proclamar que hay algo más que ese dolor latente y aparece el sexo como asidero, como exaltación de la vida y como último refugio también. Lo que luego ocurra con ese impulso, con esa pulsión vital es lo de menos. Me ha encantado el relato que, además me parece sumamente valiente pues el tabú que rodea el sexo, el que rodea la enfermedad, el que rodea la muerte y el que rodea la asunción del miedo como parte de la vida hace que sea un tema harto delicado de tratar.

Thiago dijo...

Ya le vale al prota -que por supuesto no eres tú, jajaj- y no es por echar un cañete con un celador aunque sea imaginario con su madre en el lecho del dolor, sino por ir recopilando datos para luego contarlos en un post, jajaja.

Pero creo que el prota ha hecho bien al renunciar a ese momento de placer. si el pasa algo luego a su señora madre, se sentiría culpable, casi como una venganza divina, jajaj

En fin, cari que desmitificas hasta el dolor... Bezos.

Stultifer dijo...

Los médicos y celadores, toda esa panda de batas blancas o verdes del hospital hablan de sus cosas mientras cosen, pinchan, operan o desgarran miembros. Es como si les diera igual. Más morbosa me parece la misma escena en la catedral de Notre Dame de París.

Anónimo dijo...

Es cierto que segun para que cosas, no siempre es el momento o el lugar adecuado. Salvo para las fantasias, para ellas siempre hay tiempo y lugar.

Xim dijo...

Por cierto Breck, qué anónimo te has vuelto, y ya ni siquiera saludas a las viejas amistades, hay que ver cómo cambia la gente según el lugar donde vive...

Saludos desde mi humilde alcantarilla...

Manuel Sánchez de Nogués dijo...

Qué bien escribes, chaval!
Y presentame al celador, anda!
Ánimo y que todo salga bien...

theodore dijo...

-Winnie ya está en casa, por fín, ahora a mimarla mucho y alimentarla bien :-)

Muchas gracias y besos, maja.

-TUT en realidad, salvo que la enfermedad sea propia y te tenga hecho un asco...dime una sola situación en la que el noventaymucho % de los humanos no necesiten (o crean que necesiten) descargar tensión sexual, jaja.

Un besote

-Xim seguiremos probando.

TryAgainPbkss

-Aloof en esos casos es donde más claro se ve lo animales que somos. Luego racionaliza todo lo que quieras, pero la calentura va a su aire, jeje.

PandaBear kisses

-Cosecha y, él querrá ser nosotros? Gran cuestión...

-ABZ si, ya está todo (casi) bien. Teniendo en cuenta que la señora tiene una edad y los achaques propios, claro.

Bss + Thx

Arezbra dijo...

Muy bueno, Theo.Del absurdo más fino y elegante de lo que últimamente he leído. Se me ocurren unos cuantos directores que incluirían este cuadro en alguna de sus pelis.
Sí que has vuelto "cargadito", en cualquier caso espero que todo esté ya bien.
Un abrazo

theodore dijo...

-Joaquinito Gracias! Es que todo es parte de lo mismo. La vida incluye el sexo y conduce a la muerte, todo es tan mitificable y desmitificable como uno quiera, porque en circunstancias normales TODOS pasamos por los tres estados. Digo yo, no?

Un besote

-Thiago Ver respuesta anterior, jajajaja (cari)

Z's

-Stultifer deberían subirse en escaleras para que les costara más trabajo y les diera menos igual :-)

Salud

-squirrel menos mal que la mente (a veces, solo a veces) satisface más que lo real, je je.

-Manuel me da que te hubiera gustado, si. Gracias, ya está todo volviendo a la normaduvalidad :-)

Un besote.

theodore dijo...

-Arezbra no estoy muy seguro de que fuera mi intención plantearlo como un absurdo (fino sí quería que fuera, jaja, que el revolcón debía ser sugerente pero no explícito), pero como digo siempre, la intención última está en el ojo que lee, y eso es lo que importa.

Cargadito es poco.

Un besote :-)

Anónimo dijo...

Que situación, no? entre el dolor y la desesperación por no saber lo que pasara, y el goce. A mi no me gustan los hospitales, ya lo comenté alguna vez, me deprimen y lo que allí se me mucho más. Estoy deseando salir de los hospitales.

Espero que todo vaya muy bien con tu madre.

Un besito cielo

Ut dijo...

Si es que la espera es muy dura....je,je, hay que saber ocupar el tiempo. Yo hubiera dicho SSSSIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!!!!!!!

No estamos para ir perdiendo oportunidades. un saludo

Ut.

P.d: Gracias por pasarte por mi blog.

eppes dijo...

a mi los hospitales me ponen nerviosa, siempre.
mi padre es medico y recuerdo que nunca traia las batas de la consulta para lavar en casa. es curioso que nunca habia pensado en ello hasta ahora.
besos!
estoy en new home!

Joaquinitopez dijo...

Bueno, no pertenezco al ramo sanitario y comprendo que a veces resulta que parece que todo les da igual pero preguntémonos si podrían cumplir con su deber de asistir a los pacientes si realmente sufrieran con ellos, si se implicaran en cada uno de los que pasan por sus manos. Es pura cuestión de supervivencia y eficacia. Esa actitud, en su justa proporción, nunca delante del paciente, es lo que les permite sobrevivir a ese torrente de dolor y muerte que entra constantemente por la puerta de urgencias.
No pretendo defender nada pero creo que hay que contemplar, a menudo, el otro lado del espejo.
Un abrazo

Adrianos dijo...

bonito texto como todos los tuyos... y este en concreto muy real. Tal cual lo cuentas es como pasa... y si no es el celador es alguno que esta en la misma sala de espera... con las mismas ganas de vida y de negar lo que se pueda estar desarrollando en la habitación de enfrente... pero todo se queda en fantasias por mucho que ambos desearían que fuera real... (y asi lo he vivido durante más de un año de salir y entrar en hospitales... así que en este relato yo te entiendo... más de lo que me quiero recordar). En tu caso me alegro que todo esté avanzando favorablemente y ya lo que queda es cuidarla en casa.

Capri c'est fini dijo...

No era el lugar, ni el momento... ni por todos los celadores macizos del mundo. Pero la vida es así, sexo y muerte, dolor y amor reunidos en el mismo pasillo vacío.

Un abrazo.

polo dijo...

Te escribe el que quisiera ser el polo opuesto al dolor.

Los lugares muchas veces no son los apropiados. Y mucho menos los momentos, que es casi peor.

Me gusta mucho el comentario de The Aloofness: Qué bien que el impulso sexual.... Da alegría.

En un hospital... Claro que se me ha ocurrido algunas veces, pero mi lugar no apropiado preferido es el servicio de un avión normal.

En un hospital afloran los sentimientos y estos siempre complican las cosas...

"Love is a stranger in an open car"; me encanta este verso de una canción MUY ochentera.

senses and nonsenses dijo...

No es el momento,
para una historia de hospitales.
Quiero imaginar que la inspiración es esa de Ozon que va a visitar a la abuela, inmensa jeanne moreau, para decirle que se muere...

no es el momento.

un abrazo.

en donosti Ozon se llevó uno de los premios menores.

theodore dijo...

-alex los hospitales son poco agradables, ciertamente, pero hay que tomárselo con calma y observar. Se aprende mucho.

Muchos besos, tesorillo, y reponte de una vez!!

-Ut tú si que sabes :-)

Un abrazo

-eppes muy listo tu padre, sin duda. Suerte en tu nuevo home!!
:-*************

-Joaquinito estoy de acuerdo: nunca delante del paciente. El problema es que SI lo hacen delante del paciente y hasta del lucero del alba, muchos tienen muy poca educación, aunque hagan su trabajo perfectamente

Un abrazo

-Adrianos si, la vida contra la enfermedad, el deseo contra la culpa.... los impulsos, siempre los impulsos.

Un abrazo

-Capri es que la vida es tan puñetera a veces...

Un abrazo

-polo Annie Lennox seguro que ha pasado por algo parecido, ella es muy de aflorar sentimientos, jaja.

-senses bueno, pensaba en el Ozon más frívolo, más en Sitcom, Gotas de Agua o Swimming Pool, que a pesar de lo petardas son muy desgarradoras y malsanas. No te asustes.

Un besote.

Ernesto dijo...

Pues a mí me ha encantado. El ritmo, el tema, toda esa mezcla de placer y dolor. Algo innato al hombre, no la moralidad, algo muy variable repleta de contradicciones. Y vamos, que ya tengo en lista de espera Swimming Pool

Gracias por el texto.

...Runagay dijo...

Te condenarás al fuego eterno, impío, viendo pollas a todas horas, jejeje.
Besos y ves como no iba a ser nada...