Mind Games

Es de noche. Tarde, muy tarde. Llevo un buen rato mirándote, sin saber cómo dirigirme a tí. Hoy los dedos no están de acuerdo con mis intenciones, si me descuido y los dejo sueltos, empiezan a contar historias, como aquella del anciano que vió una moneda en la playa y al agacharse a recogerla se le rajó el pantalón, y tan avergonzado como divertido, recordó de golpe una vida llena de fracasos y amores traicionados. Pero no, dedos, hoy no váis a contar esa historia. Tal vez esta música tan hermosa me tiene hipnotizado y no me permite centrarme, decirte lo que he venido a decir. Enciendo un cigarro, me recuesto en la silla mirando al techo esperando que aparezca la Musa, respiro profundamente y trato de abandonarme. ...harta de que su creador no lograra completarla, la melodía escapó del pentagrama, y voló por la ciudad, introduciéndose en las cabezas que encontraba a su paso, tratando de encontrar alguna que supiera acabarla. Descubrió que no todas las orejas están limpias, ni todas las mentes despejadas, y algunas veces se quedaba atrapada sin poder salir durante días, exasperando al que se había convertido en su receptor, que no podía hacer otra cosa que tararearla machaconamente y acabar odiándola. Lo pasó especialmente mal cuando estuvo en la mente de un heavy que empezó a añadirle riffs y berridos hasta casi destrozar su esencia..... No, dedos, eso tampoco lo vais a contar hoy. Hoy he venido a hablarte de mí, pero no sé por dónde empezar. Tal vez un vaso de agua me sirva para romper este momento de incertidumbre. Debería estar ya acostado. ...auqelhombrenopodiadormirtansolopensarenlavenganzateníaunalistamentaldetodaslaspersonasquelohabianhumilladoysejurabacadanochesindormirqueacabariaconelloslentaydolorosamentetodoempezounamañanaensuoficinacuandounadelaschicasdesudepartamentoleinvitoatomarunacopaelnopodiacreerlosiemprehabiasidounhombregrisytaciturno... Madre mía, está visto que hoy mis dedos están rebeldes.

Creo que mejor me acuesto, y en otro momento pueda decirte, blog, lo que te quiero decir. Te hablaré de mí. O tal vez te cuente una historia. Pero será en otra ocasión.