viernes, octubre 30, 2009

H de Hospital (a la manera de Brian de Palma)

Salió de la habitación y recorrió con paso lento el largo pasillo. Con curiosidad tan humana como en ocasiones malsana echaba un vistazo sin detenerse por las puertas entreabiertas de las otras habitaciones. Rostros dolientes o apesadumbrados, charlas ruidosas de familiares dispuestos a animar como fuera a los cansados pacientes, que seguramente no veían la hora de quedarse a solas con su malestar. Fragmentos de conversaciones que pasaban del tacto y la prudencia al mal gusto y la obscenidad. LaNiñaYaSeNosCasa ComoPasanLosAños PuesEstasMuyDesmejorado AVerSiCuandoTeRecuperesOrganizamosUnaCena TuHasTenidoSuerte AlPrimoJuanLePasóLoQueATíYSeQuedóEnElSitio . De la puerta de personal al final del pasillo salió una de las enfermeras vestida de calle, bromeó con las compañeras que aún no habían terminado el turno y tomó el camino a la izquierda, el mismo que él tenía que tomar para salir de la planta. Caminaban al mismo ritmo, ella unos cinco pasos por delante. Veía su figura, bien alimentada, con buenas formas y curvas en su sitio, que movía con una gracia natural, sin pavoneo. No cogió el ascensor, bajó las tres plantas por las escaleras, siempre con él a cinco pasos por detrás, pendiente de cada detalle, sincronizado con su ritmo y fascinado con sus andares resueltos. Siguió tras ella por el vestíbulo viendo cómo saludaba y bromeaba alegremente con los compañeros que se iba encontrando sin detenerse. Pero ya conocía su mirada, y sabía que estaba llena de tristeza. Al salir a la calle tomaron direcciones opuestas, y permaneció mirándola mientras se perdía entre los coches del aparcamiento.


Bueno, a ver si el autobús no tarda en llegar, menos mal que los sábados no hay apenas tráfico y llegaré pronto a casa. La verdad es que tiene muy buen aspecto, a ver si el lunes nos dan buenas noticias, que vaya susto nos hemos llevado. Ah, ya viene el bus, qué bien. Tendré que comer algo en la calle, no me apetece ponerme a cocinar ahora. Por fín en casa, qué día más largo. La ducha me ha sentado de miedo y me caigo de sueño. El despertador...a las nueve está bien, no estaré para el desayuno pero ya me ha dicho que no me preocupe. Que no se me olvide llevarle el periódico, los crucigramas y las gafas. Me quedaría escribiendo un rato, pero me conozco y me van a dar las tantas. No, mejor me meto en la cama ya, escribiré algo mañana...

Las llaves, dónde las he metido. Aquí están. Odio los sábados cuando tengo turno. Cenar a toda prisa y sin tiempo a descansar nada. Ojalá no tenga mucho trabajo esta noche. Ya empieza la maldita punzada, ¿es que no se me va a quitar nunca? Ya estoy más que acostumbrada al club y sin embargo no desaparecen las nauseas. En fín, esto no durará mucho, cuando quiera lo dejo. Ilusa. Sabes que no lo puedes dejar si no quieres que las amenazas a tu familia se conviertan en algo peor. Te queda mucho para pagar la deuda que te dejó ese cerdo, y vas a tener que seguir empeñando tu cuerpo a  ejecutivos insoportables,  viejos asquerosos, soberbios hijos de papá. Al menos luego podré dormir algo antes de volver al Hospital... 











Habría querido que ella subiera las escaleras cinco pasos por delante, para ver su andar rotundo a la luz del día. Cuando entró a la habitación, su madre estaba desayunada y locuaz, había pasado una noche muy buena y tenía ganas de caminar un poco por la planta. La enfermera de buenas formas y curvas en su sitio entró para tomarle la temperatura, con profesionalidad amable y cálida. Su madre le dijo algunos cumplidos sobre el pelo y la simpatía, y cuando se marchó a seguir con su trabajo, ellos salieron al pasillo a pasear despacio y respirar un poco fuera de esa habitación tan cómoda como opresiva. El no dejaba de pensar en que por mucho maquillaje que llevara, por mucha alegría que demostrara, esa chica arrastraba un cansancio inmenso, una tristeza infinita, un dolor más grande que el de muchos de los enfermos que paseaban tranquilos por ese pasillo.

(Brian de Palma, director estadounidense famoso por su uso del estilo voyeurista y el split-screen, pantalla dividida que presenta simultáneamente dos o más escenas diferentes)

21 comentarios:

Winnie dijo...

Te tenmos que sacar del entorno hospital pronto....Besotes y feliz viernes

Xim dijo...

Al fin y al cabo la historia sigue donde la dejaste:
sexo hospitalario...

UrgensiaspbKss

Xim

Anónimo dijo...

Toda escondemos en nuestro interior una carga pesada que escondemos detrás de una sonrisa o buenas palabras, aunque hay algunas que le hacen un daño al corazón que en muchos casos es insufrible. Esclavos en nuestra sociedad que siguen vendiendose por pura obligación.

Contemplar a los demás en los hospitales es algo muy común que ninguno podemos evitar.

Un besito cielo. Muchos muchos muchos

theodore dijo...

-Winnie no te preocupes, que ya estoy totalmente fuera, por suerte, je je. Pero sigue habiendo historias que contar. Un beso y buen viernes a tí también.

-Xim pues no veo yo el sexo hospitalario por aquí....en todo caso, extra-hospitalario y nada placentero...

MarriedToTheMob pbkss

-alex en nuestra sociedad y en todas las sociedades. Las cargas, y más, provocadas por circunstancias ajenas, como esta, son un lastre terrible para la persona. Lo que sí puede conseguirse, como te decía en tu blog ayer, es que te afecten lo menos posible. Eso SI se puede conseguir, por difícil que parezca.

Muchos besos (bien "cargados"), tesorillo.

Adrianos dijo...

me estas matando chaval...
a ver si esto de la H se os pasa rapido (que te lo deseo) porque aunque disfruto inmensamente de tus textos (y ademas cinefilos) me alteran un poco... (y no tengo claro si revivir esto me sirve de catarsis)... pero bueno, tu sigue...sigue

Cosechadel66.es dijo...

Hay gente que lleva un hospital en el alma, y unas urgencias en el corazón, y una ambulancia en los ojos...

Genial...

Carpe Diem

Arezbra dijo...

Yo veo varias cosas aquí:
En primer lugar,el comienzo es muy revelador; mirar dentro de otros sitios que no son el tuyo para encontrar una realidad parecida para sentirte menos desgraciado. No olvidemos que si la pena se comparte parece menos pena o como otros dirían mal de muchos, consuelo de borregos.
En segundo lugar, la imaginación mezclada con las buenas formas y la profesionalidad son tintes que, mezclados me han hecho sentirme cómodo leyéndonte a la vez que curiosamente excitado y conocedor de un secreto, el de la mujer de curvas en su sitio,que me ha hecho sentirme especial. Como ya han comentado, todos llevamos secretos dentro, todos tenemos vida después del trabajo...todos nos hemos preguntado qué clase de vida cuando alguien nos ha llamado la atención y todos los que tenemos suerte de poder expresar esa inquietud martilleando el papel con palabras hemos escrito sobre ello.
Para manejo del lenguaje envidiable el tuyo chavalote.Vuelvo a disfrutar contigo.
Un abrazo y gracias

Anónimo dijo...

Brillante!! Veo que seguimos con los ejercicios de estilo, jeje. Y cada vez te salen mejor. Ahora que estoy cautivado por "Inglorious basterds", te propongo que hagas una variación Tarantino.

BSS
ABZ

Anónimo dijo...

Sólo una pega: no deberías contar al final lo de la pantalla dividida. Sólo con ver la entrada, sin leerla, sabía que era de Palma. "You can do it better than any bitch". Total.

Joaquinitopez dijo...

El hospital es un universo en miniatura y aunque me ha gustado el relato no tanto el exceso de la historia de la enfermera. En los hospitales hay historias tanto o más truculentas sin el aroma mafioso. Magníficamente captada la opresión del medio, la falsa alegría del personal que se esfuerza por no dejar traspasar sus historias a los enfermos que bastante tienen.
Un abrazo

theodore dijo...

-Adrianos la H real ya ha pasado, por suerte, pero seguramente caerán un par de entradas más. Siento que te esté afectando, lo mejor es que te saltes las siguientes entradas de H, que tampoco te perderás gran cosa y no se te revolverán los adentros, no me seas masoquista :-)

Un besote

-Cosecha Tu frase sí que es genial. Yo quiero que se me ocurra algo así, joer :-)

-Arezbra Las vidas de los demás siempre son mejores cuando las imaginamos y contamos, eso sin duda. El compartir la pena es un ejercicio de consuelo, pero también de morbo malsano...

Un besote y gracias a tí.

-ABZ Buf, eso son palabras mayores, pero apuntado queda, veremos si sale algo en condiciones, je je. Es un honor.

Bss

-squirrel a mí no me gusta explicar mucho las cosas, pero entiendo que no todo el mundo conoce a De Palma como para saber a qué se debe la pantalla partida y todo eso, jeje. Zío does Hollywood!!

-Joaquinito bueno, confieso que la historia de la enfermera fue una improvisación para dar un tono thriller DePalmesco, jugar con la "doble vida" de una persona, aunque sea obligada por las circunstancias...

Un abrazo.

Ideas aplastadas dijo...

Eso de las dos columnas... jooooo.
Muy bueno. Excelente. ¿Eres voyerista x-ray?
Confieso que eso de escuchar trozos de conversaciones de puertas entreabiertas lo he hecho alguna vez.
Si hay similutudes con la sujeta pasiva, me alegro que la "cosa" vaya bien.

Un abrazo.
Marga

Thiago dijo...

jaja cari ahora haces "ingeniería posísitica". Es tan brillante que tengo que volver a leerlo, pq con la belleza formal he perdido de vista el texto, jajaja.

Desde luego haces lo que se dicen post estimulantes, pues con eso de hacerlo en dos columnas ya no podemos hacer una lectura en diagonal, jajaja

Lo que no me quedó claro es si la pobre enfermera trabaja de dia de puta, lo cual refleja el topico de pensar que todas las enfermeas, ocmo las azafatas los son a ojos de los hombre, ya sabes... menos mi madre y mi hermana. jaja

Bezos.

Stultifer dijo...

Llama por teléfono para pedir cita porque no se encuentra muy bien. Sale de casa sin ganas, coje el coche con miedo a tener un accidente ya que su estado no es el mejor para ir conduciendo. Llega y aparca con dificultad junto a la clínica. Va a pedir una cita. Llega al mostrador tras haber superado un par de obras de la calle, una señora en una silla de ruedas, ruidos del bus, niños gritando. Hay que esperar. Hay más gente. El teléfono suena y suena y nadie quiere cogerlo. Un médico llega imponiendo su bata verde a la recepcionista para que atienda de una vez a un enfermo. los demás esperan. El teléfono sigue sonando. Un señor firma papeles y papeles. Por lo visto está financiando una intervención quirúrgica. Le dicen que hay que firmar en todos los papeles. Él está nervioso. Sigue esperando y al fin le llega su turno. Entrega un papel. No es aquí. Segunda puerta a la izquierda y bajando al sótano, a la derecha. Hace ese recorrido sabiendo que se está metiendo en un laberinto. Siente claustrofobia y no sabe dónde va. Encuentra un mostrador. La que atiende al público charla animadamente con una amiga, o lo parece. Le entrega el papel. No es aquí. siga más adelante. Al final llega a una ventanilla donde le piden el nombre, la fecha de nacimiento y se extrañan de no tener allí su historial clínico. Es que nunca estuve aquí, le dice. Venga el viernes 30 a las 15,30 horas. ¿Cómo? Ah, no, el 20. Ahora se lo doy por escrito. Sale del laberinto de puertas y pasillos y ve la luz. Está en la calle, le rebota el ruido. La grúa se ha llevado su coche.

Ut dijo...

Me ha encantado. Quiero más!

Un saludo

Ut

...Runagay dijo...

Brian de Palma me mola, pero más me molas tú, malagueño saleroso,
Alejandro Manuel de mis entretelas, maestro.
Y yo que casi vivo en el hospital y sólo en conseguido entresacarle unas cuantas haches de hospital...
Jaspitol kisses.

..Carles.. dijo...

Hola teodoro!
Soy carles, el que sale en el blog de stultifer recomendando la sombra del viento.
la verdad esuqe hay momentos en el libro que sí se hacen pesados... pero creo que el final vale la pena, no?? jaja
he intentado leer el juego del angel.. y no puedo con el.. y me sabe mal, poruqe seguro que tiene un final igual o mejor que el de la sombra del viento.. pero no puedo... :(
Besos =)

..Carles.. dijo...

Hola! He leido en tu perfil que te gusta Kubrick... hace poco actualizé por la naranja mecanica.
Imagino que ya lo abrás, pero el pasado 23 de octubre volvió a las pantallas de cine la mítica pelicula de kubrick como homenaje a los 10 años de la muerte del autor.
No sé cuanto tiempo estará en cartel, pero esta mismisima semana me paso por los cines a ver si la puedo ver. y si no, lo haré en mi casa =)
Gracias por pasarte por mi blog y comentar. gente como tu hace que siga teniendo la ilusion por escribir cada dia un nuevo post.
besos =)

molano dijo...

Te propongo que hagas una versión Doctor House, otra Anatomía de Grey y otra Urgencias. Eso si, todas tan buenas como estas dos.

Uno dijo...

Veo que vuelves en plena forma. Me alegro mucho. Como ya se ha glosado aquí tu prosa muy justamente, quiero centrarme en aspectos formales y decirte que esas dos columnas me traen a mal traer. ¿Cómo coños se hace eso?

Ed dijo...

Como siempre es soberbio tu texto; esta vez con su toque visual al estilo Brian de Palma. Sin embargo lo que me angustia es la sensación de agobio, de tristeza, de tener que hacer esa vida triste y sin sentido a la que la chica está obligada. No sé, no entiendo por qué todos habláis de la enfermera porque yo veo (ya te digo, a lo mejor soy yo que no me entero) que la protagonista es la acompañante de una enferma (su madre) y la enfermera de andares rotundos es una referencia, un contrapunto. ¿Tanto me equivoco? Igual es que el otro día (que pensaba lo mismo) estaba muy cansado y ahora me acabo de levantar, no sé. Estaré tonto y lelo, jejeje.
Bueno, en resumen. Es apabullante. No hay más opciones. Espero la tercera parte de la entrega.
Un beso Theodore,
Ed.