Palma

Hace muchos, muchos años, en esta misma galaxia, una encantadora jovencita (prima de vuestro humilde narrador, para más señas) que tenía considerables conocimientos sobre las manos y sus circunstancias, con cierta reticencia, por aquello de que a los mas íntimos no se les quiere leer el futuro no vaya a ser que tengamos un disgusto, aceptó a regañadientes examinar mis líneas. Al ver su cara de sorpresa, recordé la escena de Matador, en que Bibiana Fernandez (entonces aún Bibi Andersen) haciendo de pitonisa, coge la mano de Nacho Martínez dispuesta a leérsela, y al descubrir en ella los secretos que esconde y el final que le espera, le mira con horror y lástima y huye espantada, más o menos (hace años que no la he vuelto a ver pero creo que era así). Como buena DramaQueen que siempre he sido, esperaba que mi prima me dijera que había visto las mayores tragedias e infortunios, y mientras yo iba preparando mi mejor cara de mártir atormentado, me confesó que era incapaz de descifrar el significado de una línea que no había visto en su vida. En ninguna otra mano. Que lo consultaría en sus libros, que le preguntaría a amigos más versado en el asunto hasta encontrar el significado.

Nunca lo encontró. Ni yo. Desde entonces suelo fijarme en las manos de los demás. Corrijo, me fijo en las líneas de las manos de los demás, porque las manos en sí mismas siempre me han atraido mucho. Y no es que se haya convertido en una obsesión o un sinvivir (un withoutliving, palabro teodoriano que a mi querido firstsquirrel le hace mucha gracia), pero me fijo y me fijo, y aún no he encontrado esa línea en ninguna mano. Ya de paso, y como uno se adecua a las circunstancias, transformé la cara de mártir atormentado en una de tengoalgoespecial, que la gente ni se cosca, pero oye, a mí me hace ilu.

Con esto del internete, he mirado en muchas páginas a ver si doy con lo que representa, pero no hay suerte. Así que me temo que me tendré que quedar con mi propia y personal interpretación. Esa línea, que está perfectamente visible en ambas manos, aunque más larga en la izquierda, se encuentra entre la de la cabeza y la del corazón, algo más cerca de la primera. Debo explicar que cabeza y corazón, especialmente en la derecha, son dos líneas muy marcadas. La de la cabeza termina muy abajo, lo cual parece que indica claridad de juicio (pfffff), y la del corazón muy arriba, que indica capacidad de amor tan profundo como tiránico y (oh!) celos. Vistas así de pronto, lo que parece es que están peleadas, una especie de "Tú a Boston y yo a California". O el eterno conflicto entre razón y sentimiento, la mente sensata y juiciosa que pierde los papeles en asuntos amorosos con una facilidad vergonzosa. Eso no sería nada especial (anda que no hay gente así) si no fuera por la otra línea que está entre ambas, más pegada a la de la cabeza pero en trayectoria ascendente como la del corazón. ¿Es un refuerzo para alguna de las dos, un punto de equilibrio o un soporte conciliador entre ambas? ¿Una manera de decir que me quedo en tablas y que la mejor manera de afrontar este viaje es No pensar, No sentir? 

Desde luego, quién me mandó insistirle a mi prima. Como bien decía la sin par Martirio "Pá qué le dije ná, con lo bien qu'estaba yo callá....".