(La redacción en pleno celebrando con elegancia. Queda claro quién es la borracha)
Debe ser la vigesimoquinta o tal vez la septuagesimonovena vez que lo digo en menos de dos días: Nunca me hubiera imaginado que pasaría algo como lo de ayer. Gracias de nuevo (y las que me quedan) a todos los que se sumaron a la "fiesta sorpresa", cada uno con su regalo bajo el brazo en forma de post, y vaya nivelazo, como se decía en los múltiples comentarios. No soy muy partidario de alargar un tema tan ombliguista, pero de esto hay que hablar con más tranquilidad, y dado que este finde voy a estar un poco ausente y se me quedan un montón de comentarios por contestar, hago una actualización rápida y un GRACIAS (si, otra vez, y nunca suficientes) a todos los que pasaron por aquí y por las otras entradas, los conocidos y los asomados por lo que vieron en otros blogs. Fue materialmente imposible contestar ayer, así que lo hago hoy generalizado en estas líneas mientras llega algo con más... con más theodorismo , jeje.
(mi re-Portera me regañó ayer por poner la foto sin maquillar)
Con vuestro permiso, deshabilito los comentarios para esta entrada. Hoy la única voz aquí va a ser la mía, que llegue hasta el último rincón de la blogosfera para que nadie se quede sin saber lo feliz que me habéis hecho en este cumpleaños. Oh yeah.
(aquí la redacción después de beberse hasta el agua de los floreros, agradeciendo)