lunes, marzo 09, 2009
Bajo La Piel
(este post puede provocar somnolencia y...¿herir la sensibilidad?)
Comer y rascar, todo es empezar. Pocas cosas hay más gustosas que rascarse cuando a uno le pica. Normalmente el picor empieza en un punto, y según se va rascando se extiende a otros puntos en la misma zona. Especialmente en la espalda, tal vez su inaccesibilidad nos hace más propensos a la propagación del picor. Y si la que rasca es mano ajena, se convierte en un divertido ejercicio de placer tortuoso. "Ahí, no, más arriba, no, a la derecha, no, te has pasado, mmmm, ahí ahi, un poco más abajo ahora....ay, ¡es que ya me pica todo!". Seguro que os resulta familiar, oh rasquipicantes lectores.
Pero nada como lo que me contó V.
V. solía tener picores, como todo el mundo, relacionados con los nervios, el calor, los tejidos sintéticos...nada especial. A veces su temperamento impulsivo (lo era, y mucho, eso le costó más de un disgusto, sin ir más lejos, aún no puede ir por cierta cafetería después de la acalorada discusión que tuvo con el dueño -a la sazón, futuro suegro- por culpa de la política. Echaba de menos a P. pero su soberbia y el temor a un ataque verbal o corporal del padre le disuadían de ir a verla...) y su impaciencia le llevaban a hacer cosas como salir de la ducha sin aclararse bien, y los restos de jabón le producían un picor desesperante, especialmente en las piernas, que es donde más vello tenía. Nadie lo supo nunca, pero esa sensación le gustaba, y rascaba y seguía rascando hasta casi desollarse la piel. Más de una vez sangró de tanto rascar. Eso estaba bien porque así al ir curándose la herida podía disfrutar de nuevas dosis de picor, con mucho cuidado de no infectarse, que ya una vez estuvo a punto de perder un miembro por una herida abierta de tanto rascar, que se fue poniendo verde y purulenta, y dolía y le hacía pensar en cuando de pequeño, una tarde de verano unos vecinos le retaron a resistir un hierro candente en la pierna y lo consiguió, resistió como un valiente aunque no pudo retener dos gruesos lagrimones que fueron su única expresión de dolor. Llevó la herida con orgullo durante semanas, y mientras cicatrizaba le producía ese picor con el que tanto disfrutaba...
Aquel día V. llegó a casa después de un día especialmente agitado en el trabajo. De buena mañana sintió un picor inusual en el tobillo derecho. Normalmente solía picarle esa zona y alrededores por el roce con los calcetines, especialmente si eran sintéticos y/o los elásticos apretaban mucho. Pero esta vez se sentía distinto. Trató de no hacerle mucho caso, aunque en los momentos en que nadie miraba se rascaba con avidez, con la mano o con la puntera izquierda, imaginando que ese pie estaría desconcertado y acaso celoso de que todo el picor se manifestara en su compañero. Una vez en casa, se descubrió el pie, el tobillo ya enrojecido de toda la jornada, y se despachó a gusto, siempre le había gustado llevar las uñas en la medida justa para el buen rascar, algo que a su padre molestaba y en bastantes ocasiones dió origen a episodios de conflicto generacional con portazos y salidas de tono que solían acabar cortauñas en ristre bajo la estricta (esto lo hago por tu bien, algún dia me lo agradecerás) mirada paterna. Pero ahora su mano estaba llena de uñas que rascaban y rascaban, y aún así no conseguía aliviar el picor. Cuando ya estaba a punto de claudicar y recurrir a alguna pomada, sintió un desgarro en la piel y contempló algo que le pareció un fideo, que sobresalía de un pequeño cráter reventado en su tobillo.
Continuará.
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12 comentarios:
Theodore, me dejaste en lo mejor de la historia!! Eso no se le hace a un fan!! jajaja
Obviamente esperaré ansioso para ver que le pasa a tu amigo que muy normalito no parece. . .
Gracias por el comentario que me dejaste, sos encantador.
BESOS
Miedo me está dando de saber como sigue la historia, pero la curiosidad me puede. Tan bien narrado que me está picando todo el cuerpo, y estoy a punto de irritarme la piel...
Besos
El rascar y rascar... es empezar... jaja...
Pero no hoy nada mas agradecido para el picor, que el quicio de una puerta... jaja...
Un Saludo...
El interrumpido final de tu historia me ha recordado a una expresión que dicen (yo me hago eco de la misma pues nunca la he escuchao con oreja propia) las/los masajistas de los baños árabes y/o turcos en el momento en que te hacen el enjabonamiento con el guante de crin (nunca he entendido la necesidad de esa simbiosis equina) y te sacan los tan conocidos 'fideos' de piel muerta y no tan muerta (y no tan piel).
'Macaronniiiiiiiiii' exclaman los/las hacendosos/as frotadores mientras enjuagan con behemencia para dejar el pellejo limpio y rojito como en de un neonato.
Un besaso y buenos días
Uff, tiene buena pinta. Sigue pronto, por favor...
ABZ
Gracias por los comentarios (qué bueno lo de los macarrones xD), cada vez que veo uno me pongo colorado yo solito de la emoción(ABZ, tú sabes que eso es verdad) no habrá mucho que esperar para la segunda parte, lo escribí todo del tirón, pero era demasiado largo (de ahí lo de la somnolencia) y he preferido dividirlo en dos, aunque como lo repase seguro que me da por añadirle mas y hacerlo triple...o lo que salga.
Besos a todos!
Hablá como quieras, al contrario, lejos de molestarme me divierte. Tenés razón, debería haberlos advertido sobre el blog de Gulem, pero como me tomó tan de sorpresa me olvidé el link, me olvidé de advertir, es decir, me olvidé todo. Aunque varias mujeres que me comentan ayer me pidieron el link y después me contaron que estaban fascinadas.
BESOS
yo que sufro de pie de atleta (la micosis mia es como Ben Johnson a esta altura) sé de picores en los pies!
pero no se pueden rascar porque contagian, si sabre yo lo que ha aguantado hasta llegar a su casa! :)
me dejas en ascuas...jejeje, estaré atento a la continuación, y perdona si no he podido escribirte todo lo que debiera y quisiera pero estos días he estado muy liado...
un besote
p.d. pero te leo :)
jajaj ay por dios, que asco! A saber que le salió por ahí....
Una cosa es rascarse un poquito, -y para eso no hay nada peor que rascarse el lacrimal del ojo... es que ya es un no parar-, pero otra es rascarse tanto... Vaya masoquista, jajaa
Bueno, muchas gracias por participar en mi concurso, en el cual, ademas, has sido el primer acertante (o el primero que lo encontró en Google, que yo ya no me meto jajaj). En mi blog tienes tu carnet, jaajaj
Bezos.
Hola
Gracias por querer compartir el premio ese conmigo .... pero del autor ese, no he leido nunca mada. Todo ha sido mérito del google.
Leyendo tu post, en la tercera línea ya me estaba rascando la cabeza. Una neura. De todas formas, si el relato acabase tal cual, ya estaria bien. Un final a gusto del consumidor.
Kisses
Hola, no se como llegue a tu blog, en tu perfil estas muy guapo espero que no seas el tipod el relato jaja
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