Haciendo una pausa en las historias de H (pero lo siento por vosotros, oh queridos y hospitalodiantes lectores, habrá más), recupero uno de mis "discos de isla desierta". Un álbum aparecido en 1996 llamado "Morning Light", de Locust, proyecto del músico y productor inglés Mark Van Hoen, excomponente de Seefeel, grupo importantísimo en la electrónica de los primeros 90. Después de cuatro discos instrumentales y bastante complejos, tuvo la brillante idea de hacer uno vocal, con colaboraciones variadas y acertadísimas. Salió de gira teloneando a Massive Attack y gozó de éxito y buenas críticas durante un breve período que se malogró por problemas contractuales y demás zarandajas ajenas a lo estríctamente musical. Una lástima, porque siguió editando buenos discos que no han tenido repercusión alguna.
Yo recomendé hasta la saciedad "Morning Light" en su momento y la verdad es que no decepcionó a nadie. Tal vez se haya quedado un poco antiguo a ratos, en los que el "rollo trip-hop" es más visible, pero de verdad que es toda una experiencia. Aloofness, ¿lo sigues escuchando o acabaste harto?
No hay mucho material (dis)ponible, pero al menos he encontrado tres de los mejores temas para ilustrar el post. Los tres aparecieron como single pero ninguno tiene videoclip, que se sepa.
"One Way Or Another", cantado divinamente por Wendy Roberts
"No-One In The World", una exquisitez construida a partir de un sample de la canción "Hurting Each Other" de The Carpenters.
Y por fín, "All Your Own Way", cantado por Zoe Niblett, con estructura bastante similar al "Hyperballad" de Björk, que no aparecía en la primera edición y sirvió para un relanzamiento en 1997.
Yo os recomiendo, hermosos míos, que los escuchéis con calma, atención y auriculares. Si os apetece, claro. Y olvidad lo mucho o poco que yo pueda saber o vosotros conocer o todos descubrir. Disfrutad la música, que para eso está. Nadie puede conocerlo todo. Ni debe.