(en el capítulo anterior, Doroteo recibe el encargo de entrevistar a Sir Chevy Chespir, personaje de moda en la blogosfera del que Doroteo no tiene ni la más remota idea. Acepta el encargo porque no le queda más remedio.)
Segundo Acto
(Interior. Noche. Viernes, para más señas. El local es agradable, un poco fashion pero sin exceso, la música entretenida, el entrevistado se hace esperar)
- (Y encima llega tarde. Estos divos...La verdad es que tiene estilo, el condenado. Ha sido una sobredosis de posts estos últimos días, pero estoy bastante impresionado. Tiene que haber truco, conseguiré desenmascararlo como me llamo Doroteo. Venga, mirada fija en la copa y aspecto poco interesado, que parezca que me da igual. Coñe, ¿que es ese resplandor? ¿Y ese sonido de trompetas? ¿Por qué tengo la impresión de que todo, hasta la música, se ha puesto en cámara lenta? Alguien se me acerca por la izquierda, debe ser él. Respira, Doroteo, concéntrate, no hay nervios)
- Hola, eres Teod...
- AAAAAAAHHHHHHH!! (pega un respingo que casi tira la copa)....quiero decir Ah, hola, no te ví llegar (hum, es elegante, sin duda. Viste sencillo pero impecable, seguro que trata de aparentar que no se ha tomado mucho tiempo en arreglarse, pero "cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa", como dice mi jefe.)
(La música sube un poco de volumen y en la grabadora las cosas no quedan del todo bien registradas. Lo que sigue es un intento de reconstrucción doroteodoriana en plena resaca del día siguiente)
- (Le coge la copa y la huele) . Hmm. ¿Alta graduación? Empezamos bien, cadete.
- Bien está lo que bien empieza.
- A buen encendedor, amanece más temprano.
- A buenas horas, vísperas de paco.
- ...
- ¿¿??
- Creo que me he topado con un duro raval. ¡Camarote! (pide algo que a DoroTeodoro le suena a chino. Y el barman, va y lo entiende. ¡Canastos!)
- Eres bipolar, por lo que se percebe.
- Sí, manejo muy bien las lengüetas. ¿Tienes algún proclama con la(s) tuya(s)?
- No, nunca dejo que un descocido me maneje la legaña sin haber firmado un apta ante notario.
- ¿Quién ese ese tal Romario? ¿Tu novicio?
- ¿No tenía que ser yo el que hiciera las preguntas?
- Quien mucho pregunta, poca sombra le cabizbaja.
- No es tan fiero el neón que al fanal se rompe. ¿Quiéres contratarme algo de tí?
- Me alejo de que me hagas esa pregunta! (Sir Chevy fija la mirada en un punto indeterminado del local, dispuesto a relatar excelencias. Como por arte de magia la música vuelve a bajar a un nivel más cómodo) Verás, mis inicios en la literatura se remontan a los tiempos en que yo andaba preguntándome sobre la existencia de un saber superior, en términos puramente empíricos o epistemológic....(Doroteo va presuntamente al servicio, dejando la grabadora camuflada en el paquete de tabaco sobre la barra. Espera un rato de cola, ve unas cuantas colas correteando alegremente entre la concurrencia, rechaza indolente numerosas proposiciones de diversa intensidad, hace sus aguas menores, sale del ser-vicio, echa un ojo a la pista con maromo incorporado, el maromo le invita a bailar, hacen una serie de pasos de dificultad media-alta, la concurrencia les deja sitio, todos jalean a la pareja danzante, DoroTeodoro acaba con un clavel entre los dientes y anota a varios en su carnet de baile, acompañando cada anotación con su bettedavisiana caida de ojos. Vuelve a la barra y ve a Sir Chevy con la mirada aún fija en el mismo punto. A su lado hay dos groupies con sus obras completas esperando a que se las firme. Doroteo los espanta con un gesto raphaelianamente amenazador)
...pero claro, eso fue sólo en los primeros meses, aún me hallaba buscando mi espacio en la literat....
- Este sitio es muy aburrido, ¿pasamos a la siguiente etapa del tour?
- ¿La Mer?
- ¿Absurdos II, V y VII?
- Vaya, veo que eres un alumno aplicado. Vayamos sin prisas, nos queda mucha noche por delante.
- Como quieras. (Después de todo, creo que lo vamos a pasar bastante bien)
Final (?)
(Exterior. Alba. Caminan por una céntrica plaza. Doroteo trata de apagar la grabadora pero la embriaguez no le permite ver el botón de stop. Horas después comprobará que la máquina ha registrado ruidos de tráfico, una bronca callejera y una extraña proposición indecente hecha por una voz de inquietante parecido con Carmen de Mairena. Decidirá que es una psicofonía urbana)
- Bueno, Teo, es el momento de la despedida
- Be llabo Dodoteo
- Nomenteraodená
- Gue be llamo Dodoteo, DO-DO-TE-O
- ...
- Hics!!!
- Salud
- (trata de decir "i força al canut" pero se le traba la lengua y prefiere abstenerse)
- ¿Nos sentamos en un banco a echar el último?
- ¿Hebos echado alguno ya annntes y no be he daddo cuenta? J**er, como esdoy...
- No hombre, un cigarro, para despedirnos.
- ......, engga (Curioso, ha dejado el hierro del banco en medio. Será por educación o tendrá una segunda lectura? ¿Y cómo me doy cuenta de estas cosas con lo borracho que voy?)
- Vaya, mira quién viene por ahí
- ¿Quién?
- Aquel tipo, lo conozco, vaya cebollón que lleva TAMBIÉN. Voy a llamarlo a ver qué nos cuenta...
(Bonus: En la redacción de Teodoro y Amigos no gustó el resultado. Se dijo que era como un descarte malo de un guión malo de Charlie Kaufman. A Doroteo le gustó la comparación, pero no dijo nada y siguió con sus introspecciones. Decidieron que en una siguiente ocasión, si la fama de Sir Chevy seguía intacta, se encargarían Zíodor o Theodore de él. Y de la entrevista. Mientras, en el local fashion se sabe que aún hay alguno que espera desesperado su turno para el baile..)